LECCIÓN 8 Algunas experiencias en América Latina

A.- Los asentamientos del Movimiento Sin Tierra (Brasil).

 

Origen y desarrollo del MST

El Movimiento de  los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) nace sobre fines de los años setenta cuando se logra articular  por primera vez bajo la mítica bandera roja,  la movilización de diversas familias  con el fin de  conseguir las ansiadas tierras para afincarse y  trabajarlas.

El primer núcleo organizado del  MST se crea en tal sentido, en el campamento de Encruzilhada Natalino, en Ronda Alta, Estado de Río Grande do Sul. Cien familias  ocuparían la hacienda Macalí y otras 240 harían lo mismo en Brilhante, en el año 1978. A partir de allí, se extendieron las ocupaciones en los Estados de Mato Grosso, Santa Catarina, Paraná , Sao Paulo, Río de Janeiro, Bahía y Goiás, aunque hasta 1981 cuando entra en acción la Pastoral de la Tierra de la Iglesia Católica, todas ellas tenían lugar de  forma aislada. En efecto, la Comisión Pastoral de la  Tierra,  tendrá desde entonces una importancia muy particular en el apoyo organizacional a los  trabajadores rurales sin tierra, que lleva a la realización en Enero de 1984, del Primer Encuentro Nacional de los Sin Tierra, en Cascavel, Paraná.

Es allí concretamente que tiene lugar su fundación como movimiento nacional: en 1985 se realizaría el Primer congreso Nacional en Curitiba, y en 1990 el  II Congreso en Brasilia, cuando ya estaba organizado en 21 Estados del Brasil.

 

Los objetivos fundacionales del MST

En el primer encuentro fundacional, el MST fijó claramente sus tres objetivos de lucha: tierra, reforma agraria y justicia social.

El objetivo de la tierra, por parte del MST, implica atender a una necesidad de sobrevivencia de las familias. Es un objetivo concreto con una finalidad evidentemente primaria. Según datos oficiales, existen en Brasil, alrededor de cinco  millones de familias rurales sin tierra, aunque datos del proyecto Rurbano indican que los potenciales demandantes de tierras eran 7.241.000 familias en 1998[1]. En todos los casos se cuentan las categorías de “parceiro” (quien arrienda con su familia tierras de otros y constituye su parcela, pagando luego con una parte de lo producido), “arrendatário” (aquel que arrienda la tierra pagando por ella un precio fijo); “posseiro” (aquellas  familias que trabajan sus tierras como si fueran propias, aunque sin poseer títulos de propiedad); “assalariado rural” (aquel que trabaja la tierra de  otro a cambio de un salario); y  ”pequenos agricultores” (productores con pequeñas parcelas de tierra, cuyos hijos por lo general, dada la escasa cantidad de hectáreas se transforman rápidamente en sin tierras).

El segundo objetivo, la Reforma Agraria, implica un conjunto de medidas por parte del Estado para alterar la estructura latifundista del país, altamente concentradora. Los indices de concentración Gini para la tierra en Brasil, de acuerdo al Atlas Fundiário del Incra, era de 0,828 en 1992 y de 0,848 en 1999, según datos del catastro rural del mismo instituto. Como se puede observar la concentración de tierras es espectacularmente alta, así como el número de familias  que  no  tienen acceso a ella, siendo estas razones las más estructurales que explican el desarrollo del MST en Brasil. 

Los ocho puntos fundamentales en su programa de Reforma Agraria son:

  • Modificar la estructura de propiedad de la tierra
  • Subordinar la propiedad de la tierra a la justicia social, las necesidades del pueblo y los objetivos de la sociedad
  • Garantizar que la producción agropecuaria esté  volcada a asegurar la alimentación y la eliminación del hambre y el desarrollo económico y social de los trabajadores
  • Apoyar la producción familiar cooperativa  con precios compensados, crédito y seguro agrícola
  • Llevar la agroindustria y la industria al interior del país, buscando el desarrollo armónico de las  regiones, garantizando la generación de empleos especialmente para los jóvenes
  • Aplicar un programa especial de desarrollo para las regiones semi – áridas
  • Desarrollar  tecnología apropiada a la  realidad, preservando y recuperando los recursos naturales, con un modelo de desarrollo agrícola autosustentable
  • Buscar un desarrollo  rural que garantice mejores condiciones de vida, educación, cultura y recreación para todos[2].

Finalmente, el MST persigue una sociedad más justa, “sin explotados ni explotadores”, lo que hace del MST no solo un movimiento rural, sino además político, si por ellos entendemos a aquellos movimiento sociales con metas de cambio social. De esta manera, el MST se considera un movimiento social de masas, cuya principal base social es constituida por  los campesinos sin tierra, y que presenta además, características sindicales, populares y políticas.

 

Actualidad del MST

Actualmente, el MST está organizado en 22 estados (no están organizados en los estados de Acre, Amazonas, Roraima y Amapá), teniendo su secretaría nacional  en Sào Paulo. A partir de  las ocupaciones de  fines de los setenta, y de los numerosos campamentos que realizan para presionar al Gobierno, el MST ha asentado a unas 150.000  familias a lo largo de todo el país. Sin embargo, el número se incrementa notoriamente si tomamos en cuenta el total de familias asentadas desde que el MST comienza a presionar al Gobierno por tierras. Los datos más actualizados (1999), en tal sentido son los siguientes:

 

Asentamientos

Nro. de familias

Hectáreas

3.958

475.801

22.996.197

Fuente: Dataluta – Unesp/MST, 2000.

 

Las cooperativas de los sin tierra

Una parte de estos asentados se organizan en cooperativas de producción, llegando a la cantidad de 55 según datos de 1996, asociadas a la Confederacào das Cooperativas de Reforma  Agraria do Brasil (Concrab). Una de las características ideológicas que describe a esta confederación, es la valoración negativa con respecto al cooperativismo convencional:

A la hora de definir el sistema cooperativista de los asentados, priman tres nociones básicas:

  • Un cooperativismo alternativo, siendo el contrareferente, el sistema capitalista. Esto  implica la no apropiación de los instrumentos de gestión por parte de los trabajadores, y la construcción de un mercado popular articulado entre el campo y la ciudad.
  • Un cooperativismo diferente, en el sentido que se explicaba supra.
  • Un cooperativismo de oposición, en dos sentidos: frente a la política neoliberal en un primer caso, y frente al cooperativismo tradicional en segundo lugar.

De tal manera lo anterior, que las cooperativas según este modelo, deben desarrollar dos dimensiones: la dimensión política y la dimensión empresarial, en base a los siguientes principios:

  • La necesidad  manda a la voluntad. La razón central para organizar y mantener la cooperación, más que la voluntad de los asentados, es la necesidad de cooperar para sobrevivir.
  • Gestión democrática. Todos los asociados tienen los mismos derechos y deberes.
  • Neutralidad religiosa, racial y partidaria. Distinguen sin embargo entre neutralidad partidaria y neutralidad política: “En la política, jamás debemos ser neutrales”.
  • Cumplir un papel formativo.[3]

Cuadro: Comparación según MST, entre cooperativismo tradicional y alternativo.

 

Variable

Cooperativismo tradicional

Cooperativismo alternativo

Carácter de  la sociedad

Empresa económica

Política y económica.

Finalidad

Comercio

Producción

Organización del trabajo

Producción familiar,  individual o empresa familiar

Producción familiar cooperativizada

Base de la cooperativa

Trabajo con los interesados (los asociados)

Trabaja con todos (asociados y no asociados)

Valorización del asociado

Vale por su retorno económico, por eso busca seleccionar a los asociados

Busca ser masiva. Trabaja para no perder a los asociados

Clase social de los asociados

Pluriclasista (grandes y pequeños productores en la misma cooperativa)

Uniclasista (se establecen límites de hectáreas para asociarse).

Distribución de beneficios

Normalmente no se distribuye, volcándose a la cooperativa.

Debe haber retorno  en dinero o en servicios.

Dirección

Legal (presidencial)

Colectiva, lo legal pasa a segundo plano.

Fuente: Concrab, 1997.

 

El mercado según el MST

Especial  atención nos merece, luego de ver las principales características que reviste el sistema cooperativo del MST, su noción de mercado popular. En  ese sentido, el propio movimiento , luego de reconocer  la dificultad para entender su funcionamiento, señala que existen dos lógicas de mercado: la del mercado capitalista y la del mercado alternativo. La primera lógica “se basa en el lucro y en la creación de nuevas necesidades de consumo para un pequeño  grupo social...”. La segunda lógica “deberá buscar desarrollar la concepción de que el mercado existe para servir a los trabajadores y atender sus necesidades”[4]. De esa manera las características que debe tener un mercado alternativo serían las siguientes:

1 Mercado popular y de masas.

2 Mercado local o  regional.

3 Mercado ideológico, difusor de la reforma agraria.

4 Mercado de comercialización directa entre los trabajadores.

Para el MST la cooperación agrícola, más allá de la implementación de cooperativas, es entendida en términos generales como la unión de personas que suman esfuerzos para realizar una determinada tarea, como ser cambiar los días de los servicios de la cosecha, ayudar en los plantíos de algún compañero enfermo, comercializar de forma conjunta, reunir  conjuntamente un capital, etc.

 

  1. Desarrollo cooperativo local en la Diócesis de San Gil, Colombia.

 

Introducción

En las provincias de Guanentá, Comunera y Vélez al sur del departamento de Santander en Colombia, existe desde 1960 una importante experiencia de desarrollo local y cooperativismo impulsada por la Iglesia Católica. La gestación de esta experiencia y su sostenimiento ha contado con la participación de religiosos y laicos motivados por establecer un cambio para mejorar las condiciones de vida de la población de esta zona, a través de una propuesta propia de desarrollo.

Esta experiencia de cerca de cuarenta años de permanencia ha dado origen a numerosas organizaciones de base, a un proceso metodológico particular para impulsar el desarrollo, así como a un proceso dinámico de movilización de una población[5].

 

Origen de la experiencia

Corrían los años sesenta cuando el  Padre Ramón González Parra recala en la región ya señalada, donde asolaba la pobreza y la exclusión. Iluminado por los mensajes de una Iglesia que comenzaba a esgrimir un discurso progresista, se decide a crear lo que él denominó  un Movimiento Social Comunitario que « partiera del pensamiento social de la Iglesia y del Evangelio para la construcción de una nueva sociedad  »

Previo al año 1968,  signado por la visita a Colombia del Papa Pablo VI, la ofensiva militar de la guerrilla, así como la crítica situación del campesinado, como elementos que marcaban el escenario, tendrían lugar las primeras tareas vinculadas a la ejecución de un ambicioso programa que contaba con cuatro estrategias:

  1. La educación de líderes comunitarios 
  2. La creación de una red de organizaciones comunitarias
  3. La organización de la sociedad civil para la construcción de una democracia participativa
  4.  La definición de la provincia como unidad sociológica que agrupa una colectividad con elementos comunes. 

Estas estrategias tomaron en cuenta las herramientas mas útiles e interesantes que el patrimonio local del momento podía ofrecer  para conceder espacio a la participación, a la democracia y a la manera menos centralizada para actuar. Dentro de estas herramientas, la cooperativa se vislumbraba como la opción más cercana a lo que es una organización primaria « hay en ella –dice el P. González- cercanía a nuestra cultura solidaria y comunitaria ». « Me parece  que es muy importante el que no solamente trabajemos en el cooperativismo por un cierto instinto social y afectivo sino por que en realidad descubrimos las bases científicas del sistema solidario». De manera que ya estaban sentadas las bases para una profunda reestructura productiva y social que contribuyera al desarrollo de los sectores más sumergidos.

Estas estrategias tomaron dinamismo en los Congresos Regionales Campesinos, que fue el espacio que propuso Sepas (pastoral social) para trabajar la idea de cambio con la participación de la población campesina y de otros miembros de las comunidades locales como los maestros, los curas párrocos, los pequeños comerciantes, etc. Sepas, a través de su pastoral social, actuó sobre una población rural campesina que afrontaba graves problemas económicos y sociales.

Los logros.

Las propuestas del 1er. Congreso Campesino señalaba  « la obligación y solidaridad de todo campesino de afiliarse a la cooperativa de su parroquia…» y la integración económica se centró en « inculcar el ahorro en todo campesino y en unir en una sola cooperativa a todas las organizaciones sin ánimo de lucro; en unirse en una central para así lograr una función social »[6].

En resumidas cuentas se hacía hincapìé en trabajar con los recursos de la zona y para la zona: no dejar salir el capital construido internamente para beneficio de otras zonas, sino reinvertirlo en la gente que lo ha construido .

Con ese fin se fundó  la Central de Cooperativas de promoción social – Coopcentral Ltda - . Esta central guardaba como "deber ser" una estructura sostenida en la prestación de servicios propios a las necesidades de las cooperativas de base, todas de corte rural, suministrando los servicios de ahorro y crédito, la educación, el mercadeo, la asesoría y auditoría cooperativa. El principio era tener una central que fuera vocera  de las necesidades de sus asociados tanto naturales como jurídicos.

Se multiplican luego diversos programas comunitarios y numerosas cooperativas que van dinamizando la región, y que terminan por nuclear a más de 80.000 socios activos.

La capacitación de los líderes de las diferentes cooperativas de la zona se manejó también con recursos locales. El paso más importante se logra en 1989 con la fundación de una universidad local,  la Fundación Universitaria Cooperativa de San Gil, entidad que forma parte del grupo social.

«Yo me siento satisfecho en este momento porque en realidad el proyecto que yo había preparado y que fue mi sueño inicial, tenía las provincias del sur de Santander y la Diócesis de Socorro y San Gil, como el espacio para su realización. En ese sentido el “ globo de los sueños” pudo aterrizar en un campo apropiado. Podría decir, que me siento contento con lo que, con muchos otros, he podido realizar. Lo que sí me queda claro es que es muy difícil el cambio a nivel de comunidades locales y regionales, si todo el cuerpo social del país no cambia al mismo tiempo y va en la misma dirección » Padre Ramón González Parra, 1998.

 

(C ) Maquita Cuschunchic

Origen de Maquita Cuschunchic

Maquita Cuschunchic o “Nos hacemos felices Dándonos  la Mano ” para comercializar como hermanos, es una experiencia de comercialización solidaria creada en marzo de 1985 en Quito, con la inspiración del Padre Graziano Mazón y un grupo de líderes comunales que buscaban una alternativa de comercio solidario frente a la carestía.

Su origen está vinculado a una movilización de campesinos hacia la ciudad de Quito que fue financiada con la venta de productos agrícolas gracias a la ayuda prestada por diversas parroquias cristianas y grupos de base. Esta experiencia revela las posibilidades que los productores tienen cuando logran eliminar las figuras de los intermediarios.

Cuando eso ocurre, se realizan varias reuniones con el  objetivo mayor  de crear un mercado solidario con participación de proveedores, consumidores y trabajadores del campo y la ciudad.

Actualidad de la experiencia

Actualmente MCCH logró consolidar un sistema centralizado de distribución de productos agrícolas y más de 60 tiendas distribuídas en Quito y otras 16 Provincias de Ecuador.

 

En toda esta red existen 148 Grupos organizados y 9,489 socios – trabajadores involucrados, de los cuales 4,634 son mujeres y 4,855 son hombres.

 

La experiencia comunitaria incluye otras iniciativas solidarias, a saber:

 

TIENDAS COMUNALES

Red de tiendas populares para comercialización de productos básicos (principalmente productos campesinos)

ARTESANTIA Y ALIMENTOS

Para comercialización de artesanías y alimentos procesados en el mercado nacional e internacional

FONDO SOLIDARIO

Soporte económico para la comercialización. Desarrolla el ahorro y el crédito

PRODUCTO CAMPESINO

Para la comercialización de productos agrícolas de costa, sierra y oriente en el mercado nacional e internacional

TURISMO RESPONSABLE

Paquetes turísticos integrando las dimensiones social, étnica, cultural y ecológica promoviendo la sensibilidad social.

 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Valores presentes en la experiencia

 

Sus valores principales son los de honradez, equidad y respeto al medio ambiente.

Su VISION es la de generar cambios sociales positivos en favor de las personas y las organizaciones de bajos recursos, innovando el mercado solidario ecuatoriano, con una imágen corporativa sólida, presencia nacional e internacional, estableciendo alianzas estratégicas para ello.

Sus principios de trabajo son:

  • Fe Liberadora, compromiso y mística
  • Comercio equitativo
  • Transparencia y honestidad
  • Política no partidista
  • Participación de las personas
  • Equidad entre mujeres y hombres
  • No violencia activa
  • Toma de conciencia de raíces culturales y nativas
  • La Familia como eje central
  • Consumo de productos nativos y sanos.

La Red Latinoamericana de comercialización comunitaria

MCCH crea en 1991  la  Red Latinoamericana de comercialización comunitaria  (RELACC), con motivo de la realización del Primer Encuentro Latinoamericano sobre Comercialización Comunitaria en Quito, Ecuador, al cual asisten 44 delegados internacionales y 65 nacionales.

La RELACC ha elaborado un “Mapa Estratégico” con  proyección al año 2010 donde establece como MISION la de construir una sociedad justa y fraterna por lazos de solidaridad y comercio comunitario.

Su VISION al 2010 es la de ser una red de organizaciones y movimientos populares autogestionarios de América Latina y El Caribe que aporta al mejoramiento del nivel de vida de sus integrantes, sus familias  y cambios estructurales en la sociedad.

Sus principios son los mismos que Maquita Cuschunchic, a los que se agregan explícitamente:

  • Promover la Justicia, Equidad y Fraternidad
  • Los principios comunitarios
  • Respecto por la identidad cultural
  • Respeto a los derechos humanos

La RELACC está integrada por organizaciones de productores, organizaciones de consumidores, organizaciones artesanales, instituciones de apoyo y de servicios.

Sus líneas de trabajo son la formativa (para la formación humana), de capacitación (empresarial, técnica, social), comercialización comunitaria (mercadeo), asesoría (en aspectos técnicos, empresariales y sociales) y financiamiento (promoviendo el acceso a fuentes de financiamiento).

Cuenta con coordinaciones nacionales en los siguientes países: México, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Perú, Bolivia, Paraguay, Brasil y Ecuador.

 

  1. Ferias  de Consumo Familiar de Barquisimeto

 

Origen de las Ferias de Barquisimeto

Las Ferias de Consumo Familiar de Barquisimeto creadas hace 20 años, son obra de una organización comunitaria de la ciudad de Barquisimeto, en el Estado de Lara, Venezuela,  que reúne a 50 organizaciones de base (cooperativas, ONGs. y parroquias)  dando  trabajo a 700 personas que movilizan semanalmente 450 toneladas de frutas y verduras recién cosechadas a diferentes ferias que se caracterizan por comercializar a un solo precio por kilo (sistema de precios ponderado).

Las ferias como expresión de economía solidaria.

La organización comunitaria se expresa en los siguientes elementos:

  • LAS FERIAS SON ORGANIZACION DE LOS PRODUCTORES AGRICOLAS

 Son 19 las organizaciones de productores integradas al Programa de Ferias. Están ubicadas en los estados Lara, Portuguesa, Trujillo, Mérida, Barinas y Zulia y reúnen unos 800 productores del campo.

La integración al Programa representa para los agricultores la certeza de la colocación de su producción, pues cuentan con un mercado cautivo; la obtención de un precio justo por su producto; la posibilidad de crédito a tiempo para sus cosechas y la búsqueda entre todos de la asistencia técnica adecuada para mejorar su productividad.

En la medida en que el mercado de las ferias ha ido creciendo, se ha estimulado la organización de más productores, muchos de los cuales estaban decididos a abandonar el campo, emigrando a la ciudad, pues lo que sembraban con tanto esfuerzo luego no conseguía mercado o era pagado a precios irrisorios por los intermediarios.

La planificación de las siembras según los requerimientos de las ferias se hace en reuniones periódicas con participación de compañeros del campo y de la ciudad, allí se fijan los precios de acuerdo a los costos de producción buscando que el producto llegue a un precio razonable para el consumidor sin descapitalizar al productor. Esta integración real campo-ciudad se da no sólo en este hecho sino en todo el proceso formativo que compartimos continuamente.

Actualmente hay una búsqueda, cada vez de mayor alcance, para producir con tecnologías alternativas que ayuden a preservar el ambiente y la salud de todos.

  • LAS FERIAS SON APOYO A LA PRODUCCION POPULAR

El programa estimula la creación de grupos comunitarios dedicados a la producción casera de alimentos que puedan ser colocados en las ferias. Actualmente hay DIEZ GRUPOS que producen café molido, crema de arroz, fororo, panes, pastas y dulces. Estos grupos se reúnen periódicamente para apoyarse en todo: proceso formativo, tecnología, compra conjunta de insumos, etc.

  • LAS FERIAS SON EDUCACION NUTRICIONAL

Se propicia un mayor consumo de frutas y verduras. En las ferias hay cocina y comedor para la preparación de la comida. Allí se insiste en comer mejor, aprendiendo a utilizar mejor las hortalizas.        

Cada dos meses publican el periódico "ENFERIATE CON NOSOTROS" que contiene una sección de RECETAS orientada a mejorar la cultura culinaria. Con el mismo propósito, el Equipo de Video Cooperativo viene de desde 1996 produciendo videos de recetas, "Enferiate en la cocina", los cuales, junto a videos con otras temáticas (noticias de la propia organización y del mundo comunitario, experiencias de organizaciones comunitarias exitosas, manifestaciones de la cultura tradicional), son reproducidos en un circuito interno de TV en cada una de las Ferias.

La posibilidad de obtener un gran surtido de hortalizas frescas y a un precio accesible junto a una orientación de cómo prepararlas ha contribuido a un aumento del consumo de estos vegetales en muchos hogares larenses.

  • LAS FERIAS SON FUNDAMENTALMENTE FORMACION EN EL TRABAJO

 El objetivo fundamental, según sus integrantes  es irse formando como “personas responsables y solidarias. Transparentes en nuestras relaciones, honestas, que cada día nos valoremos más y podamos apreciar lo que somos y lo que hacemos para hacerlo cada vez mejor”.

Para llevar a cabo con éxito las Ferias, cuentan con un centro de acopio que facilita el intercambio de bienes: los productores arriman productos agrícolas y llevan productos industrializados para sus bodegas comunitarias. Quincenalmente se reúnen de todas las ferias para revisar su funcionamiento, establecer políticas comunes de precios y de abastecimiento, etc.

Cuentan además con un FONDO DE FINANCIAMIENTO que se nutre del 0.25% de todo lo facturado por el centro de acopio de Cecosesola a las ferias, 1% de todo lo arrimado por los productores al centro de acopio y un porcentaje de los excedentes de fin de año de Cecosesola en su conjunto. La decisión sobre qué préstamos otorgar se toma en una reunión mensual (DE APOYO MUTUO) donde participan miembros de todos los grupos, tanto del campo como de la ciudad. La morosidad con este fondo es mínima pues funciona el control social del grupo que respaldó el otorgamiento del crédito.

Además están creando un FONDO INTEGRADO DE SALUD, donde cada organización da un aporte mensual en base a lo que aportan semanalmente sus miembros.

Tratando de buscar las claves para comprender los logros que han obtenido hasta la fecha, suelen mencionar tres factores claves:

1. Una historia de formación de un capital social y humano (factor C).

2. Potenciar el capital social por encima del financiero.

3. Unas formas novedosas de gestión participativa

 

  1. Villa El Salvador, Lima.

Villa El Salvador es una población urbana de carácter marginal (llamados “pueblos jóvenes” en Lima, o “asentamientos” en Uruguay), que se constituye a partir de una invasión de terrenos realizadas por numerosas familias sin vivienda. Actualmente la población se ha organizado de tal forma que han dado lugar a un vasto sistema comunitario de regulación interna que propició la autogestión en materia de vivienda y en materia productiva.

 

Origen

La Villa se funda en el año 1971, pensada para albergar a familias pobres sin vivienda. Sin embargo el gobierno fue perdiendo el control del espacio, dejando finalmente libre a la comunidad para que autogenerara los procesos que la convirtieron en un referente internacional en materia de gestión solidaria y comunitaria.

 

Actualidad de la experiencia

Hoy Villa El Salvador alberga unos 300.000 habitantes que en forma autónoma han logrado varios emprendimientos solidarios en el área de la salud, la educación, las microempresas, el comercio y la cuestión de género (federación de mujeres).

 

La solidaridad puesta en juego.

En todos los casos la célula fundamental en materia organizativa comunitaria son los módulos, compuestos por 16 manzanas distribuídas en dos coronas alrededor de un parque central. El parque central es justamente el lugar de reunión de las diferentes organizaciones.

Los dirigentes barriales, asi mismo, han planificado y logrado la constitución de un parque industrial, ocupado desde los ochenta por los microempresarios del lugar. En este parque la solidaridad ocupa un rol central ya que las diversas microempresas son distribuidas según rubros de actividad. Cada uno de estos rubros reserva para sí mismo un área de uso común, en la que comparten el uso y administración de máquinas sofisticadas (obtenidas por cooperación internacional) que probablemente nunca hubieran podido utilizar de forma aislada. Algunos ataques sufridos por Sendero Luminoso años atrás, sin embargo, dejaron inutilizadas buena parte de estas instalaciones.

Digamos finalmente que el proceso de creación de diferentes organizaciones comunitarias, hunde sus raíces en las tradiciones de la cultura andina, que privilegia la cooperación a la acción individualista.


PREGUNTA

 

  1. Elija uno de los principios expuestos en el documento y señale su importancia en el marco de un proyecto de economía solidaria.
  2. ¿Qué son las “prácticas cooperativas burocratizadas” a las que hace referencia el  documento?

 


[1] Cfr. Russo, O.: “A concentracào da  terra e a manipulacâo do cadastro do Incra”, Jornal dos Trabalhadores rurais Sem Terra, Ano XIX, Número 207, Fevreiro 2001.

[2] Cfr. Coceargs: “Reforma Agraria”, RS, 1997.

[3] Para más detalles Cfr. Concrab: “Sistema cooperativista dos asentados”, Sâo Paulo, Caderno de Cooperacâo Agrícola No. 5, 1997.

[4] Cfr. Idem. Ant, p. 39 – 40.

[5] Cfr. Bucheli, M. : Desarrollo local y cooperativismo: el caso de la experiencia del Secretariado de Pastoral Social de la Diócesis de Socorro y San Gil, Santander, Colombia, paper, 2001.

[6] I Congreso Regional Campesino (1967)